Es un perrito muy muy dependiente. Le encanta que se le acerque la gente y en cuanto recibe una caricia va todo el tiempo detrás para recibir más caricias. Es un perro muy agradecido, en seguida se queda al lado de las personas y se intenta abrazar con las patas a los brazos o las piernas para que le den más mimos.
No tiene problemas con ningún perro. Es muy sociable y no causa el más mínimo conflicto.
A Oliver le abandonaron en pleno invierno en un parque junto a sus dos hermanos, donde estuvieron cobijandose entre los coches para no morir de frío. Tras 3 meses viviendo en el parque se le pudo coger para llevarle al refugio.
Se entrega castrado, con chip, vacunaciones al día, analítica completa y desparasitado interna y externamente.